La industria eólica europea atraviesa una crisis sin precedentes que puede poner en jaque la capacidad de producción en el continente en medio de lo que se podría esperar como un boom renovable.
En los dos últimos años, fábricas de turbinas y otros componentes en Alemania, España y Dinamarca (tradicionales baluartes de la industria) se han visto abocadas al cierre, se están eliminando puestos de trabajo y las inversiones en el Viejo Continente se detienen. Pero, ¿qué ha llevado al sector a esta situación? Son varios factores. La lentitud y complejidad en la tramitación de los proyectos, así como la descoordinación en las medidas de defensa de los mercados, se han visto agravados por un contexto de precios elevados de las materias primas y de interrupciones en la cadena de suministro. Además, en España, el ineficiente diseño de las subastas añade presión a un sector que ha visto como el ritmo de instalación se sitúa muy por debajo de las previsiones del Plan Nacional de Energía y Clima y que teme que se vayan a incumplir los plazos marcados por el Gobierno.
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Noticia propuesta por FUNDIGEX – Asociación Española de Exportadores de Fundición