Europa se prepara para la llegada de su primer invierno sin contar con el gas ruso. Más de 200 días de guerra en Ucrania han tensado hasta el máximo la relación de la Unión Europea con Moscú, el proveedor de cerca del 40% del gas natural que consume el bloque comunitario. La quiebra definitiva se produjo la semana pasada, después de que el Gobierno de Vladímir Putin condicionara la reanudación del flujo de gas a través del Nord Stream I al levantamiento de las sanciones que Occidente impuso al Kremlin para asfixiar su músculo financiero: los ingresos por hidrocarburos.
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Noticia propuesta por FUNDIGEX – Asociación Española de Exportadores de Fundición