La Unión Europea calienta motores para adentrarse en la carrera verde. Normas como la Ley de reducción de la inflación (IRA, por sus siglas en inglés) estadounidense, que aspira a convertir a Washington en el mayor patrocinador de energía renovable a golpe de talonario, han sido el chispazo que ha arrancado la maquinaria de Bruselas para tratar de contrarrestar las políticas de inversiones de competidores como China, Japón o Estados Unidos. La meta es liderar un sector que Europa estima estratégico, la energía verde, y actuar para evitar un éxodo empresarial europeo fuera de las fronteras de la UE, dónde las compañías se puedan beneficiar de las suculentas subvenciones y ayudas que ofrecen estos países a las inversiones verdes, como en renovables o baterías. La Comisión publicará esta semana unas líneas de actuación para articular un plan de acción conjunta con los Estados miembros en una materia que, hasta ahora, se había estado abordando de manera fragmentada.
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Noticia propuesta por FUNDIGEX – Asociación Española de Exportadores de Fundición