Aunque intenta moverse con sigilo, cada paso del elefante chino resuena ya irremediablemente en el resto del mundo. Dentro del contexto económicamente languideciente del gigante asiático, los números habían hecho a los economistas confiar en una cierta recuperación comandada por un destacado impulso industrial y unas reseñables exportaciones más allá de la perenne flaca demanda interna y del eterno problema inmobiliario del país. Ahora, ese impulso parece disolverse como un azucarillo dentro de un té chino y la repentina parálisis lanza un preocupante aviso al sector manufacturero mundial en medio de recurrentes temores de recesión tras los últimos estornudos de EEUU con sus cifras de empleo.
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Noticia propuesta por FUNDIGEX – Asociación Española de Exportadores de Fundición