La fiebre del oro vivida en 2020, que lo llevó a máximos históricos por su papel de activo refugio en medio de la crisis económica derivada de la pandemia, se ha convertido ahora en la fiebre de los metales industriales. El paladio se sitúa en máximos históricos, el platino toca niveles de 2015, aunque lo que más destaca es el repunte del cobre, que con una revalorización del 25% en lo que va de año se coloca en máximos de una década.
Puede seguir leyendo la noticia en Cinco Días
Noticia propuesta por FUNDIGEX – Asociación Española de Exportadores de Fundición