La descomposición de biomasa (restos de comida, cáscaras, estiércol, cortezas…) en ausencia de oxígeno produce biogás, que si se quema permite generar electricidad. Si este combustible se somete, además, a un proceso de depuración puede convertirse en biometano (con un porcentaje de metano por encima del 96%).
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Noticia propuesta por FUNDIGEX – Asociación Española de Exportadores de Fundición