China está intentando actuar como una suerte de banco central global a través del control que ejerce (o que cree ejercer) sobre las materias primas. El ‘gigante asiático’ fue acusado de acaparar materias primas durante la fase más dura del covid-19, ayudando a generar un rally alcista que ha sido denominado por muchos como un nuevo superciclo de las materias primas. Pues esa política, junto a la recuperación global de la economía y otros factores, ha disparado el precio de metales, petróleo, alimentos… generando una oleada de inflación que Pekín busca desinflar sacando al mercado parte de sus reservas.
Noticia propuesta por FUNDIGEX – Asociación Española de Exportadores de Fundición
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